¿Qué es la histeroscopia?
Es una técnica utilizada en ginecología para el estudio y tratamiento de patologías que afectan el interior del útero. Puede ser de dos tipos: diagnóstica en la que miramos el interior del útero tomando en ocasiones una pequeña muestra de tejido para estudio (biopsia) y/o para estudio microbiológico (de infecciones), o bien quirúrgica en la que extirpamos zonas alteradas.
¿Cómo se realiza?
Se puede realizar sin anestesia o con sedación (anestesia suave). Introducimos el histeroscopio que es un tubo (de unos 4-5 mm de diámetro) con una parte óptica para ver y un canal para introducir elementos quirúrgicos como pequeñas pinzas, tijeras… el histeroscopio se introduce por el cérvix (cuello uterino) pudiendo visualizar el aspecto del canal cervical, la cavidad del útero y los ostiums que son los orificios de salida de las trompas. Normalmente utilizamos un líquido (suero) que separa las paredes para poder ver el interior.
¿Cuándo se realiza y cuanto tiempo dura? ¿Duele la histeroscopia? ¿Qué riesgos puede tener?
Se realiza en la primera parte del ciclo para así poder ver todo mejor al estar limpia la cavidad sin restos de regla y evitando endometrio grueso como ocurre en la segunda parte del ciclo.
No es una prueba especialmente dolorosa, el momento de mayor molestia es al inicio de la histeroscopia al pasar el cérvix, especialmente en las mujeres que no han tenido hijos, estas molestias son evitables si utilizamos la anestesia.
Es una prueba con pocos riesgos para la paciente que pueden ser: hemorragia, infección, perforación del útero o una reacción vagal (cuándo no se utiliza la anestesia), pero tenemos que decir que son poco frecuentes.
¿Qué me puede ocurrir después de la histerosocopia?
Tras la histeroscopia la recuperación es muy rápida, si se te ha anestesiado se tarda un poco más y permanecerás en tu habitación hasta que estés bien.
Se puede manchar un poco tras la prueba y/o tener dolor como de regla que cede con un antiinflamatorio normalmente.